Hemorroidectomia Láser
HEMORROIDECTOMIA LÁSER
Cirugía láser ambulatoria y mínimamente invasiva Dr. Dick Manrique cuenta con la mayor experiencia en Perú Más de 1,800 cirugías exitosas
Hemorroides
Las hemorroides constituyen una patología de altísima frecuencia y usualmente ocasiona molestias como dolor y sangrado al momento de evacuar, ardor o comezón y sensación de salida de una masa por el ano.
La obesidad, el estreñimiento crónico, el bajo consumo de fibra, el sedentario y la predisposición genética son las principales causas que predisponen a la aparición de hemorroides.
La cirugía hemorroidal, denominada también como Hemorroidectomía Clásica (con corte y sutura) es una de las técnicas más habituales en la cirugía anal, cuenta con una bien justificada fama de ser una cirugía dolorosa, con periodos de incapacidad laboral de algunas semanas y es acompañada de potenciales complicaciones postoperatorias como hemorragia, edema perianal, dolor anal intenso, incontinencia anal, retención urinaria y grados variables de estenosis anal.
Sin embargo, en la actualidad existen dos técnicas mínimamente invasivas para el tratamiento de las hemorroides como la Hemorroidectomia con Ligasure y la Hemorroidectomia con Láser que permiten disminuir de manera significativa el dolor y las complicaciones postoperatorias. Estas cirugías son realizadas de manera ambulatoria por el Dr. Dick Manrique, considerado el cirujano con mayor experiencia en Perú en el manejo de estas dos técnicas operatorias.
Hemorroidectomia con Láser
La Hemorroidectomía con Láser consiste en la extirpación de las hemorroides mediante el uso de una láser de CO2. Además, el ser es un tratamiento muy efectivo para eliminar los plicomas anales, que son esos repliegues de piel que usualmente acompañan a las hemorroides.
La utilización del láser de CO2 aporta a esta técnica mínimamente invasiva varias ventajas dada su capacidad de corte, vaporización y hemostasia. El procedimiento es prácticamente exangüe, los vasos se sellan y el postoperatorio suele transcurrir con menor inflamación, por ser mínimo el trauma mecánico al que se somete a los tejidos adyacentes al paquete hemorroidal y/o plicomas anales.
La Hemorroidectomía con Láser proporciona una mejor recuperación del paciente, y en el caso de los plicomas anales, que son repliegues de piel originados por la fibrosis de un antiguo paquete hemorroidal y que acompañan habitualmente a las hemorroides, su extirpación suele ser rápida y segura, con un mínimo dolor durante el postoperatorio.
El Dr. Dick Manrique ha sido pionero y es el cirujano con mayor experiencia en Perú en el uso del Sistema Láser y del Sistema LigaSure para el tratamiento de las hemorroides. La cirugía la realiza de manera ambulatoria, con anestesia local y/o sedación superficial y con una duración de 15 minutos. El paciente regresa a su casa con relativo bajo dolor y sangrado postoperatorio y puede reincorporarse de manera gradual a sus actividades habituales a los tres días.
Preguntas más frecuentes
Las hemorroides, también llamadas almorranas, son dilataciones venosas localizadas en el ano y la parte inferior del recto, similares a las venas varicosas. La hemorroides constituyen la patología proctológica mas frecuente en nuestro medio.
En sus estadios iniciales, las hemorroides pueden ser manejadas de manera eficiente sólo con tratamiento médico, es decir con modificación de la dieta, baños de asiento y analgésicos. Para casos más avanzados o que presenten cierto grado de complicaciones, se emplea la cirugía de hemorroides.
Se estima que alrededor del 75% de la población mundial adulta presentará hemorroides en grado variable en algún momento de sus vidas. Las hemorroides son más comunes en adultos con edades comprendidas entre los 45 y 65 años.
En el Perú, se calcula que aproximadamente el 50% de varones mayores de 50 años sufren de esta enfermedad. Del mismo modo, las hemorroides son mas comunes en las mujeres embarazadas.
El síntoma mas común es el sangrado rojo brillante por el ano, visible en las heces, en el papel sanitario o en forma de gotas dentro del inodoro. A medida que las hemorroides se agrandan, el sangrado puede ser más intenso.
Las hemorroides pueden producir prolapso, es decir salida a través del ano de una masa carnosa que corresponde a una hemorroide interna que sale al exterior, que ocasiona picazón y episodios de inflamación con mayor o menor grado de dolor (crisis hemorrodial).
Las hemorroides externas pueden formar un trombo en su interior, adquiriendo el aspecto de una masa dura, violácea y muy dolorosa en la parte externa del ano que puede sangrar al romperse.
Las hemorroides internas se localizan en la parte inferior del recto y forman colchones venosos que se llenan de sangre y contribuyen al cierre del canal anal y de forma parcial a la continencia fecal.
El deterioro de su fijación por envejecimiento, estreñimiento crónico, traumatismo, embarazo, sedentarismo, obesidad etc. hace que las hemorroides queden sueltas y los esfuerzo repetitivos por pujar lesionan la pared del vaso venoso y las hacen sangrar y a veces descender hasta llegar a salir por fuera del ano, convirtiéndose en hemorroides patológicas que necesitan tratamiento.
Las hemorroides internas se clasifican en 4 grados:
- Grado I: Las hemorroides no propasan fuera del ano, pero pueden sangrar con la deposición. Provocan sensación de picazón e inflamación.
- Grado II: Las hemorroides prolapsan al exterior en el momento de la deposición, pero vuelven a su posición interna inicial de forma espontánea después de la defecación. Provocan sangrado, picazón y sensación de masa en el ano.
- Grado III: Las hemorroides prolapsan fuera del ano en el momento de la defecación. El paciente puede ayudarse a reintroducirlas mediante presión digital después de la deposición. Provocan sangrado, dolor, picor y a veces manchado de la ropa interior.
- Grado IV: Las hemorroides están permanentemente fuera del ano la mayor parte del día y no se pueden reducir de ninguna forma, debido a los cambios fibróticos que ha sufrido. Supuración constante, manchado de la ropa interior, sangrado a veces abundante y sensación de ardor e inflamación permanente.
La decisión de operar dependerá de la valoración clínica del cirujano. Usualmente se operan las hemorroides que se prolapsan permanentemente y producen sangrado constante o abundante, dolor al defecar e inflamación continúa de la zona anal. Una trombosis hemorroidal también constituye una indicación clara de cirugía.
El plicoma anal es un repliegue de piel localizado en la región perineal y que usualmente acompaña a una hemorroide centinela.
Los plicomas anales no desaparecen y suelen ser la respuesta inflamatoria a una hemorroide externa antigua que no se trató y que el organismo busco “curar espontáneamente” mediante la fibrosis del vaso hemorroidal, y que terminó con la formación de un colgajo cutáneo perineal.
El Dr. Dick Manrique tiene una amplia experiencia en tratar los plicomas anales con cirugía láser ambulatoria, mediante el uso del laser fraccionado de CO2. La extirpación de los plicomas anales usualmente acompaña al procedimiento de hemorroidectomia láser, con una duración aproximada de 15 minutos.
La fisura anal crónica se define como la presencia de una fisura (herida) que no cicatriza tras 6 semanas de tratamiento conservador con medidas higiénico-dietéticas y tratamiento médico concomitante (nitroglicerina de aplicación externa, cremas anestésicas tópicas, nifedipino, toxina botulínica, etc.).
Si la fisura anal crónica persiste a pesar de estos tratamientos, y los síntomas de dolor son intensos y producen una mala calidad de vida, se recomienda el procedimiento llamado Fisurectomía + Esfinterotomía Lateral Interna, que consiste en extirpar quirúrgicamente la fisura y seccionar algunas fibras del músculo del esfínter anal para reducir el espasmo y el dolor intenso, y así favorecer una mejor circulación sanguínea de la zona afectada, que conlleve a una curación definitiva de la fisura anal.
El Dr. Dick Manrique realiza la cirugía de Fisurectomía + Esfinterotomía Lateral Interna para sus pacientes con fisura anal crónica, de manera ambulatoria, con una duración aproximada de 20 minutos y con buenos resultados a largo plazo. En el postoperatorio, el dolor anal, razón principal por la que acudió el paciente, desaparece casi de inmediato. La cirugía puede causar un riesgo mínimo de incontinencia fecal transitoria.